Nombres tallados y tótems de piedras
A lo largo de este verano se han multiplicado los nombres tallados por los visitantes en las paredes de la Cueva, al tiempo que han aparecido tótems hechos con piedras.
La Cueva de Zugarramurdi recibe miles de visitantes al año y aunque la mayoría se comporta de forma cívica y respetuosa, hay un pequeño porcentaje que quiere dejar su huella sin ser consciente del efecto nocivo que tienen las acciones inadecuadas en los espacios naturales.
Por ello, los responsables de la Cueva, en colaboración con técnicos de otras grutas y profesionales expertos en geología, están tomando medidas para evitar que el impacto ambiental vaya más lejos. Por supuesto, se están dando pasos para proteger y reparar adecuadamente el daño, pero también para reforzar la información que se ofrece a los visitantes en este sentido. A través de iniciativas de sensibilización se buscará igualmente la forma más adecuada de dar a entender la importancia de la responsabilidad individual en el cuidado del patrimonio.